tipos de trastornos del lenguaje infantil

Lenguaje infantil es una de las áreas del desarrollo que más preocupa a las familias que veo en consulta. Soy Elena Torres, pediatra especializada en el desarrollo infantil, y a lo largo de mi carrera he acompañado a muchos padres que se sienten perdidos cuando sus hijos presentan dificultades para hablar o comunicarse. Por eso escribo esta guía: para ayudarte a entender con claridad los tipos de trastornos del lenguaje infantil, saber cuándo preocuparte y qué pasos dar a tiempo.

No todos los niños se expresan al mismo ritmo, y eso puede generar dudas legítimas: ¿mi hijo tiene un retraso normal o un trastorno específico? ¿Debería esperar o consultar ya? Estas son preguntas que recibo a diario. En este artículo, quiero compartir contigo los conocimientos esenciales sobre los trastornos del lenguaje, sus causas más frecuentes, las señales de alerta según la edad y las mejores formas de apoyar a tu hijo desde casa o con ayuda profesional.

¿Qué son los trastornos del lenguaje infantil?

Definición y características generales

¿Qué se considera un trastorno del lenguaje?

Como pediatra, explico siempre lo siguiente a los padres: un trastorno del lenguaje infantil no es simplemente que el niño hable “más tarde que los demás”. Hablamos de un trastorno cuando el desarrollo del lenguaje (ya sea oral o comprensivo) no sigue el curso esperado para su edad, y eso afecta su capacidad de comunicarse de forma eficaz en su entorno. Estos trastornos pueden manifestarse en la forma de expresarse, de comprender lo que se le dice o en ambas. No se deben a una causa evidente como pérdida auditiva severa, discapacidad intelectual o falta de exposición al idioma, sino que implican una alteración específica del desarrollo lingüístico.

Diferencia entre retraso y trastorno del lenguaje

Aquí es importante hacer una distinción clave: un retraso del lenguaje implica que el niño sigue el desarrollo típico, pero a un ritmo más lento. En cambio, un trastorno del lenguaje presenta un patrón atípico, con errores persistentes que no corresponden con ninguna etapa del desarrollo normal. Por ejemplo, un niño con retraso puede usar frases simples más tarde, pero las estructurará correctamente cuando llegue ese momento. Un niño con trastorno puede construir frases con errores gramaticales que no son comunes ni siquiera en etapas previas. Esta diferencia es clave para decidir si se necesita intervención especializada.

Lenguaje expresivo vs. receptivo

¿Qué es el lenguaje expresivo?

El lenguaje expresivo es la capacidad del niño para usar palabras, frases y estructuras gramaticales para comunicar ideas, necesidades y emociones. Un niño con un trastorno expresivo puede tener vocabulario limitado, usar frases incompletas o cometer errores constantes al hablar. Es posible que entienda perfectamente lo que se le dice, pero no logre expresarlo de forma adecuada. En la consulta, muchos padres me dicen: “Entiende todo, pero no habla bien”. Este es un indicador típico de un trastorno del lenguaje expresivo.

¿Qué es el lenguaje receptivo?

El lenguaje receptivo se refiere a la capacidad de entender lo que otros dicen. Cuando este tipo de lenguaje está alterado, el niño puede tener dificultades para seguir instrucciones, identificar objetos o responder adecuadamente a preguntas sencillas. A menudo, estos niños parecen “desconectados” o distraídos, cuando en realidad no comprenden del todo lo que se les está diciendo. En algunos casos, los trastornos receptivos pasan desapercibidos porque el niño puede repetir palabras sin comprender su significado, lo que confunde a los padres.

Causas frecuentes

Factores genéticos

En muchos casos, los trastornos del lenguaje tienen una base hereditaria. Si uno de los padres o hermanos tuvo problemas similares en la infancia, es más probable que el niño también los presente. La predisposición genética no determina el problema por completo, pero sí aumenta el riesgo. Siempre pregunto a las familias por los antecedentes cuando hacemos una evaluación inicial.

Problemas neurológicos o del desarrollo

Algunos trastornos del lenguaje están asociados con condiciones como el trastorno del espectro autista (TEA), TDAH o discapacidades intelectuales leves. También pueden estar relacionados con lesiones cerebrales perinatales, epilepsias o dificultades en la conexión entre áreas del cerebro que procesan el lenguaje. En estos casos, la alteración del lenguaje es parte de un cuadro más amplio que requiere un enfoque multidisciplinario.

Ambiente y estimulación temprana

Por último, aunque no siempre es la causa directa de un trastorno, la falta de estimulación verbal en el hogar puede agravar las dificultades lingüísticas. Niños que crecen en entornos con poca interacción verbal, pantallas excesivas o escasa lectura compartida pueden mostrar retrasos importantes. La buena noticia es que estos factores son modificables: con los estímulos adecuados, muchos niños pueden mejorar significativamente.

Terapeuta del lenguaje infantil trabajando con un niño en una sesión de evaluación y estimulación del habla

Clasificación de los tipos de trastornos del lenguaje infantil

Como pediatra, cuando evalúo a un niño con dificultades en el lenguaje infantil, lo primero que hago es identificar el tipo específico de trastorno. Esta clasificación es esencial para elegir el enfoque terapéutico correcto y ofrecer expectativas realistas a las familias. A continuación, explico los principales tipos de trastornos del lenguaje que vemos con más frecuencia en consulta.

Trastorno del lenguaje expresivo

Características comunes

Este trastorno se manifiesta cuando el niño tiene dificultades para expresar ideas, pensamientos o emociones con palabras. Aunque comprende bien lo que se le dice, no logra producir un lenguaje oral acorde a su edad. Puede tener un vocabulario limitado, dificultad para construir frases completas o errores frecuentes en la gramática.

Ejemplos y síntomas

Algunos síntomas típicos incluyen:

  • Uso de frases muy cortas o incompletas.
  • Omisión de palabras funcionales (“yo ir parque” en lugar de “yo voy al parque”).
  • Dificultad para encontrar palabras o nombrar objetos conocidos.
  • Repetición de palabras o frases como estrategia de compensación.

Muchos padres me dicen: “Mi hijo entiende todo, pero le cuesta muchísimo hablar”. Ese es un indicio clásico de trastorno expresivo.

Trastorno del lenguaje receptivo

Cómo se manifiesta en niños

Aquí el problema está en la comprensión del lenguaje. El niño tiene dificultades para entender instrucciones, preguntas o palabras que otros niños de su edad ya comprenden sin problema. Puede parecer desatento o confundido, pero en realidad no está procesando correctamente lo que se le dice.

Diferencias con el expresivo

A diferencia del trastorno expresivo, el niño con trastorno receptivo puede hablar, pero no entiende bien el lenguaje que recibe. Por ejemplo, puede repetir palabras o frases sin comprender su significado (lo que llamamos ecolalia). También puede mostrar frustración ante tareas verbales simples, como identificar objetos cuando se le nombran.

Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo

Síntomas combinados

En este caso, el niño presenta dificultades tanto para entender como para expresarse verbalmente. Es uno de los cuadros más complejos, ya que afecta toda la cadena comunicativa. Puede haber bajo vocabulario, frases mal estructuradas, y además falta de respuesta adecuada ante órdenes o preguntas simples.

Dificultades específicas

Algunas señales frecuentes incluyen:

  • Problemas para seguir instrucciones básicas.
  • Poca iniciativa verbal y respuestas fuera de contexto.
  • Construcción de frases incorrectas y uso limitado del lenguaje.
  • Alta frustración en situaciones sociales o escolares.

Este tipo de trastorno suele requerir intervención logopédica intensiva y apoyo escolar adaptado.

Trastorno fonológico o articulatorio

Problemas con los sonidos del habla

Este trastorno se presenta cuando el niño tiene dificultad para producir correctamente los sonidos del idioma, a pesar de que entiende y quiere comunicarse. Es común que confunda fonemas (“r” por “l”, “t” por “k”) o que omita sonidos en las palabras.

¿Cuándo es normal y cuándo es un trastorno?

Hasta los 4 años, es normal que los niños cometan ciertos errores articulatorios. Sin embargo, cuando estas dificultades persisten más allá de los 5 años o afectan la inteligibilidad del habla, se considera un trastorno fonológico. Una señal clara es que el niño se frustre porque los demás no lo entienden, incluso en su entorno cercano.

Trastorno del lenguaje asociado al neurodesarrollo

Lenguaje y TEA (Trastorno del Espectro Autista)

Muchos niños con TEA presentan alteraciones significativas en el lenguaje, especialmente en la pragmática (el uso social del lenguaje). Pueden tener lenguaje muy limitado, repetir frases sin contexto (ecolalia), o hablar de manera monótona o robotizada. También pueden mostrar escaso contacto visual y dificultad para mantener una conversación recíproca.

Lenguaje en niños con TDAH

En el caso del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), las dificultades relacionadas con el lenguaje infantil suelen estar vinculadas a problemas en la atención, el autocontrol y la organización del pensamiento. Estos niños pueden mostrar dificultades para estructurar su discurso de manera coherente, interrumpir conversaciones o cambiar de tema abruptamente, afectando la comunicación efectiva en el lenguaje infantil. Aunque comprendan y tengan capacidad para expresarse, el TDAH puede influir negativamente en el desarrollo del lenguaje infantil, dificultando la interacción social y el aprendizaje. Por eso, en el abordaje integral del lenguaje infantil, es fundamental considerar el impacto que tiene el TDAH en la adquisición y uso del lenguaje, para aplicar estrategias específicas que mejoren tanto la comprensión como la expresión en estos niños.

Comparación visual entre lenguaje expresivo y lenguaje receptivo en niños: hablar vs. comprender

Señales de alerta según la edad del niño

Identificar a tiempo las señales de alerta en el lenguaje infantil es clave para intervenir de forma precoz y evitar dificultades mayores. A continuación, te detallo cuáles son los signos más importantes en cada etapa del desarrollo.

Antes de los two años

En esta etapa, el lenguaje infantil está en formación, y aunque la variedad de palabras es limitada, se espera que el niño comience a balbucear y utilizar gestos para comunicarse. Una señal de alerta importante es la poca o nula producción de balbuceos y la falta de gestos comunicativos, como señalar o mostrar objetos. Estos signos pueden indicar dificultades en la adquisición temprana del lenguaje infantil y deben ser monitoreados por profesionales.

Entre los 2 y 4 años

Durante esta fase, el niño debería ampliar su vocabulario y comenzar a combinar palabras en frases simples. Las señales de alerta más comunes incluyen un vocabulario limitado para la edad, la incapacidad para formar frases completas y errores persistentes en la pronunciación. También puede mostrar dificultad para nombrar objetos cotidianos o seguir instrucciones básicas, lo cual afecta directamente el desarrollo del lenguaje infantil.

A partir de los 5 años

A esta edad, el niño debe ser capaz de formar oraciones completas y comprender instrucciones simples. Si presenta dificultad para construir oraciones coherentes, omite palabras importantes o tiene problemas para comprender órdenes sencillas, estas son señales claras de que el desarrollo del lenguaje infantil puede estar comprometido. Además, puede mostrar problemas para mantener conversaciones o expresar ideas claras, lo que afecta su rendimiento escolar y social.

Diagnóstico y evaluación profesional

Detectar a tiempo los trastornos en el lenguaje infantil requiere la intervención de profesionales capacitados que puedan realizar una evaluación integral y precisa.

¿Quién realiza el diagnóstico?

El diagnóstico de los trastornos del lenguaje infantil generalmente lo lleva a cabo un logopeda o terapeuta del lenguaje, especialistas entrenados para evaluar las habilidades comunicativas del niño. Estos profesionales trabajan en conjunto con pediatras y psicólogos para determinar el tipo y la severidad del trastorno, estableciendo un plan de intervención adecuado.

Evaluaciones y pruebas comunes

Las evaluaciones del lenguaje infantil incluyen pruebas estandarizadas que miden tanto el lenguaje expresivo como el receptivo, así como pruebas de articulación y comprensión. Estas pruebas permiten identificar con precisión qué áreas del lenguaje infantil están afectadas, facilitando un diagnóstico claro y la selección de terapias específicas.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Es fundamental consultar a un especialista en lenguaje infantil tan pronto como se identifiquen señales claras de dificultad, sin esperar a que “se le pase solo”. La intervención temprana es clave para mejorar el pronóstico y minimizar el impacto del trastorno. No actuar a tiempo puede retrasar el desarrollo del lenguaje infantil, afectando la comunicación, el aprendizaje y las relaciones sociales del niño. Por eso, ante cualquier duda o signo de alerta, es indispensable buscar apoyo profesional especializado en trastornos del lenguaje infantil.

Conclusión

Entender los diferentes tipos de trastornos del lenguaje infantil es fundamental para detectar a tiempo cualquier dificultad en el desarrollo del lenguaje infantil y garantizar que los niños reciban la ayuda adecuada. Como pediatra, insisto en que no se debe subestimar ninguna señal de alerta, pues una intervención temprana mejora significativamente los resultados . Cada niño tiene un ritmo único, pero conocer las características y síntomas de estos trastornos permite a los padres y profesionales tomar decisiones informadas y oportunas.

Además, es importante recordar que el desarrollo del lenguaje infantil está estrechamente ligado al bienestar emocional y familiar. Por eso, si eres madre reciente y estás enfrentando desafíos como la depresión posparto, que también puede afectar la comunicación y el vínculo con tu hijo, te recomiendo leer nuestro artículo sobre Depresión posparto: tratamiento, apoyo emocional y cuándo buscar ayuda. Este apoyo integral es clave para promover un ambiente sano que favorezca el desarrollo óptimo del lenguaje y el crecimiento emocional del niño.

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